24 de Diciembre del 2020. Podría decirse que era otra Nochebuena de otro año más, pero ninguno de esos aspectos era como el de ocasiones anteriores. Aquella noche, un chaval llamado Ebenezer Scrooge había reventado. Además de tener una familia presionando con el fin de que sentase la cabeza y pensase en su futuro, tuvo severos enfrentamientos con su padre y su abuela durante la tarde y ese año tampoco se lo puso fácil: una pandemia obligaba a tomar medidas a todo el mundo, entre las que incluía la cancelación de eventos y viajes que esperaba como agua de mayo el pobre Scrooge. Hastiado por todo lo que había, se negó a cenar en familia, y con un pobre sandwich y un refresco, se encerró en su cuarto, puso su PC en marcha y se puso a ver videos a todo volumen con los auriculares puestos para evitar tener que escuchar la cena familiar que estaba teniendo lugar al otro lado de la pared.
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